Remi, el niño de nadie: Un clásico conmovedor que sigue vivo

Remi, el niño de nadie

En el Pueblito Francés de Chavanón la vida de repente se vuelve dura para el pequeño Remi, de tan sólo ocho años.

Remi ha sabido toda su vida que cuenta con una madre amorosa, la cual es su adoración y la figura que más ama en el mundo, sin embargo su padre, albañil en París, regresa inválido e inmediatamente la miseria se abate sobre su familia. Pero las sorpresas no terminan aquí. El hombre le revela a Remi que no es su verdadero padre, sino que lo recogió en la calle cuando era un bebé.

Separándolo de su madre y para recolectar un poco de dinero, el padrastro decide vender a Remi al actor Ambulante Vitalis, que se lleva al pequeño consigo para ir por toda Francia, improvisando espectáculos en las ferias, durante los festivales y en cuanta ocasión lo permita, sonando el arpa y con el mico Corazón Alegre y los tres perros amaestrados del viejo, Capi, Servino y Dulce.

Vitalis era temible para Remi, pero el anciano demuestra ser un gran hombre: Gentil y afectuoso, enseña al niño a leer y a escribir, además de instruírle el amor por la música, único consuelo del niño en los momentos de mayor desesperación.

Un incidente inesperado para la compañía de teatro ambulante del Sr. Vitalis es causa de gran pesar para el pequeño y para él mismo. Un policía provoca al viejo que, llegando al límite de su paciencia, golpea al oficial, lo cual provoca el encarcelamiento de Vitalis por dos meses y la cruel separación y abandono de su querido Remi.

Remi debe entonces hacerse cargo de la Compañía durante los dos meses que dura el encierro de Vitalis. Y es aquí donde las penas del pequeño se hacen más grandes, ya que no puede ni siquiera costear la comida del primer día, además de tener que lidiar con la testarudez de Servino.

Y es en el momento más desesperado, en el momento justo en que Remi evoca a su madre en Chavanón, cuando aparece en el canal del río Po la dulce Sra. Milligan, la que, junto con su hijo inválido Arthur, le pide una función para ellos.

Remi es "adoptado" por la Sra. Milligan, quien le promete que el Sr. Vitalis los alcanzará al finalizar los dos meses de cárcel. En ese tiempo Remi vive una de las etapas más felices de su vida, sin saber que la Sra. Milligan es su verdadera Madre.

Al final de los dos meses Vitalis y Remi reemprenden el camino, con gran pena por parte de los Milligan y de Remi.

Después de abadonar el Swan, la vida de Remi se vuelve una verdadera pesadilla, al ir perdiendo a todos los miembros de su compañía, uno a uno, empezando por Servino y Dulce, Corazón Alegre y, finalmente, la pérdida más grande de todas: Vitalis, quien sacrifica su vida por salvar la de su querido hijo.

Después de la Muerte de Vitalis, Remi es "adoptado" por la familia que lo encontró aterido de frío frente a su casa: Los Acquin. Una familia de campo que se dedicaba al cultivo de flores, integrada por el Padre Pierre Acquin, la hija mayor Ettienéte, Alexis, Benjamín y la pequeña Lise.

Es en esta etapa de la vida de Remi en que valora a la familia y su unión. Aprende las labores del campo y a cada momento tiene muestras de afecto para con todos los miembros de la familia Acquin, pero especialmente con Lise.

Desgraciadamente, después de un temporal de granizo que destruye los invernaderos y toda la cosecha de flores, el Sr. Acquin no puede pagar la deuda que tenía y es llevado a prisión, los hermanos repartidos entre los familiares y Remi dejado a su suerte.

Al partir de la casa de los Acquin, Remi promete visitar a cada uno en los lugares a los que han sido enviados, de tal manera que se alista para partir hacia donde está Alexis trabajando en una mina de carbón. En el camino se le une Mattia, un niño italiano que ha dejado la casa Garófoli para vivir por su cuenta. Ambos niños se vuelven inseparables y también se consideran como hermanos.

Al llegar a Varsé, Remi y Mattia encuentran que Alexis tuvo un accidente en la mina, y Remi se ofrece a reemplazarlo mientras dure su rehabilitación. Alexis acepta y Remi queda en su lugar, en tanto que Mattia se dedica a ofrecer espectáculos en la calle con el nuevo mico que les regalaron en un circo y al cual Remi nombró Corazón Alegre II.

Remi se habitúa pronto a la vida del minero y aprende rápido todo lo que hay que saber de una mina, aunque el trabajo era más duro, logró hacerse amigo de todos. Pero la desgracia se deja sentir de nuevo cuando un terrible temporal desborda el río e inunda todas las bóvedas y túneles, matando a muchos mineros. Remi y un pequeño grupo de mineros quedan atrapados, sin posibilidad de escape y sin comida.

Mattia se preocupa por su amigo y al intentar ayudar se lastima una pierna, por lo que debe usar una muleta. Al cabo de varios días se pierde la esperanza y deciden dejar de buscarlos. Mientras tanto en la mina Remi nada entre las bóvedas inundadas para buscar ayuda. Mattia (con fiebre muy alta) dice que deben seguir buscandologrando comunicarse con Remi por medio de un riel. Así son rescatados Remi y los mineros.

Después de ir a Varsé, Remi y Mattia emprenden el camino hacia Chavanón, llevándole de regalo a la Sra. Barberin una Vaca, por la que tuvieron que pasar por muchas tribulaciones. Remi se reencuentra con su madre adoptiva, a quien él considera su verdadera madre.

La Sra. Barberin Está feliz de que Remi regresara, pero al mismo tiempo se entristece, porque tiene que decirle que sus verdaderos padres lo están buscando. Le explica que Jeróme recibió la visita de un abogado, contratado por sus padres para encontrarlo, y que partió a París para buscar a Vitalis, sin saber que ya había muerto y que Remi había vuelto a casa.

Mattia y mamá Barberin convencen a Remi de que tiene que ir a buscar a sus verdaderos padres, y parten hacia París, dejando a la pobre Mujer con una sonrisa en su despedida, pero abatida en su interior por la nueva separación.

En tanto, Jeróme busca infuctuosamente a Remi por todas las calles de París, pero no lo encuentra. Está casi todo el tiempo ebrio y lo aqueja la fiebre. Remi y Mattia encuentran la posada en donde se hospeda Jeróme, pero no lo encuentran, por lo que deciden esperarlo ahí.

La casera se da cuenta que Remi no tiene aprecio por Jeróme, ya que nunca convivió con él. En ese momento Jeróme es arrollado por un carruaje, que le provoca un dolor terrible en el estómago. Llega muy tarde a la posada, con dolores espantosos. La casera le dice a Remi que quizá Jeróme fue malo, pero de no ser por él, tal vez ya no viviría. Remi comprende y atiende a Jeróme como si realmente hubiera sido su padre. Poco antes de morir, Jeróme le dice a Remi que debe viajar a Inglaterra para conocer a sus verdaderos padres. Jeróme muere y Mattia y sus amigos lo despiden con cohetes y fuegos artificiales.

Remi entra dentro del género de "huérfanos" (Candy Candy, Charlotte, Belle y Sebastian, etc.) pero se distingue de ellos por un tono más adulto, más espeso, si cabe, que lo rescata del sentimentalismo típico del género.

La película de largometraje de 1980 es un montaje de los momentos principales de la serie de TV.

Excepcional diseño de Akio Sugino, magníficos decorados de Sichiro Kobayasi. Magistral dirección de Osamu Dezaki.

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