Fushigi Yūgi: Descubre el poder de los libros y la realidad
Miaka Yuki es la clásica protagonista unineuronal que vive pura y exclusivamente para la comida, pero para nivelar la balanza está Yui, la amiga, buena alumna y responsable.
Cierto día Miaka acompaña a Yui a la biblioteca nacional, allí persiguen una especie de visión de pájaro tipo fénix hasta una habitación especial donde se encuentran diferentes textos antiguos. Entre ellos está el Shi Jin Tenchi Sho (Escrito de los Cuatro Dioses del Universo) cuando Miaka y Yui lo leen, son transportadas dentro de la historia del propio cuento. De repente se encuentran en un mundo muy similar a China de la antigüedad (aunque no es exactamente eso), allí son atacadas por unos tratantes de esclavas y rescatadas a último momento por un valiente héroe-a-sueldo llamado Tamahome.
De repente Yui regresa al mundo real y comienza a leer el libro donde cuenta como Miaka decide quedarse en este extraño mundo junto a su salvador. Luego de unos problemas con el emperador se descubre que Miaka en efecto pertenece a otro mundo, y por lo tanto puede ser capaz de convertirse en una sacerdotisa de Suzaku: un Dios-animal en forma de pavo real rojo o fénix.
Si Miaka logra reunir a los siete guardianes elegidos, los 7 Seishi, podrá invocar a Suzaku y obtener 3 deseos de él (es como Dragon Bail pero con gente en vez de esferas!!). Ante el pedido personal del emperador de Konan, ya que es su única posibilidad de volver a su mundo Miaka acepta convertirse en sacerdotisa y ayudar al imperio de Konan en su guerra con el imperio vecino.
Así es como aprende que la clave para encontrar a estas 7 personas es que todas tienen un kanji marcado en alguna parte de su cuerpo, el cual señala a qué constelación pertenece cada guardián. Inmediatamente se descubre que tanto Tamahome como el emperador Hotohori son dos de los elegidos, y así se forma el triángulo amoroso principal de la serie.
Si bien a Miaka le gusta Tamahome, éste se comporta más como su hermano mayor, mientras que Hotohori está decidido a conquistarla y convertirla en su emperatriz. La búsqueda del resto de los Seishi tomará relativamente pocos episodios, y en seguida se descubre que Yui también ha entrado en el libro, salvo que con peor suerte que Miaka.
Yui es violada por extraños y luego de varios intentos de suicidio decide convertirse en sacerdotisa de Seiryuu: el Dios del pueblo enemigo de Konan. El único objetivo de Yui será vengarse de su amiga ya que cree que la dejó abandonada en esa tierra extraña; y para eso tiene planeado conquistar al amor de Miaka,Tamahome. Ya con esto pasamos al cuadrado amoroso, aunque si contamos que hay más gente enamorada de Miáka, Yui, Tamahome y tambien de Hotohori terminaríamos con un dodecaedro.
Las facciones irán encontrándose una y otra vez mientras ambas tratan de (además de acostarse unos con otros) encontrar a los siete elegidos que les corresponden, cosa que logra el grupo de Miaka apenas a mediados de la serie. Desafortunadamente Nakago, uno de los Seishi de Yui y el verdadero líder del grupo opositor, logra arruinar la ceremonia de invocación. Ahora los dos bandos deben buscar el Shinzaho, el único elemento que les permitirá llamar a su Dios. La serie tiene una resolución más que inesperada cuando Yui logra vencer a Miaka y llamar a Seiryuu, sólo para descubrir que es un peón más en el plan de Nakago.
Fushigi Yugi sigue una premisa similar a La historia sin fin (que para mí es una de las mejores películas de fantasía), donde un personaje principal debe sumergirse en una historia para vivir una aventura en el mundo real. Aunque comparte esta idea inicial, pronto toma su propio rumbo, ¡y eso es genial! Para ser sincero, el primer episodio de Fushigi Yugi no me atrapó del todo; el doblaje, que era lo único disponible para mí, era un poco molesto al principio, y el personaje principal no era particularmente cautivador.
Parecía seguir algunas de las convenciones habituales del shojo, así que estaba preparado para lo peor. Sin embargo, ¡el segundo episodio mejoró bastante! Y para cuando terminé el cuarto, ¡ya estaba enganchado! Aunque el programa a veces trata temas serios, también tiene momentos increíblemente divertidos.
El estilo artístico es sólido, aunque a veces la animación puede parecer un poco limitada. Aun así, logran ajustarse al presupuesto sin sacrificar la calidad de la historia. Aunque no ganará premios por su animación, la trama avanza bien, y puedes ver cómo los personajes evolucionan desde los primeros episodios. Aunque los más pequeños pueden disfrutar del arte y las travesuras, la clasificación de 13 años o más es adecuada, ya que hay algunas escenas violentas y un humor un poco escatológico. ¡Pero en general, es una serie muy entretenida que vale la pena ver!
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